+El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaban tierras de sombras, y una luz les brilló. (Isaías 9,2)
+En aquella región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño. Y un ángel del Señor se les presentó: la gloria del Señor los envolvió de claridad y se llenaron de gran temor. (Lucas 2, 9)
+En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres.. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. (Juan 1, 4.9)
+Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción. (Gálatas 4, 4-5)
+Y mientras estaban allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada. (Lucas 2, 6-7)
+Y la Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros. (Juan 1, 14)
+Ha aparecido la Gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres. (Tito 2, 11)
+Ha aparecido la Bondad de Dios y su Amor al hombre. (Tito 3, 4)
+Los pastores se decían unos a otros: “Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado”. Fueron corriendo y encontraron a María y a José y al Niño acostado en el pesebre (Lucas 2, 15-16)
+Simeón tomó al Niño en brazos y alabó a Dios diciendo: “Ahora, Señor, según tu promesa, puedas dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel” (Lucas 2, 28-32)
+Unos Magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: “¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo”. (Mateo 2, 1-2)
+El ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma contigo al Niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al Niño para matarle.” (Mateo, 2, 13)
+Pero a cuantos la (Palabra) recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de amor humano, sino de Dios. (Juan 1, 12-13)
María conservaba todas estas cosas,
meditándolas en su corazón
(Lucas 2, 19)