sábado, 12 de diciembre de 2009

HOJA Nº 3- 13 DICIEMBRE 2009



La parroquia en el
Código de Derecho Canónico


Citamos a continuación algunos cánones o normas de la Iglesia sobra la parroquia y los párrocos.

515 §1. La parroquia es una determinada comunidad de fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del Obispo diocesano, se encomienda a un párroco, como su pastor propio


519. El párroco es el pastor propio de la parroquia que se le confía, y ejerce la cura pastoral de la comunidad que le está encomendada bajo la autoridad del Obispo diocesano en cuyo ministerio de Cristo ha sido llamado a participar, para que en esa misma comunidad cumpla las funciones de enseñar, santificar y regir, con la cooperación también de otros presbíteros o diáconos, y con la ayuda de fieles laicos, conforme a la norma del derecho.


522. El párroco debe tener estabilidad y por tanto debe ser nombrado por tiempo indefinido; sólo puede ser nombrado por el Obispo diocesano para un tiempo determinado, si este modo de proceder ha sido admitido, mediante decreto, por la Conferencia Episcopal.


526 § 1. El párroco ha de tener la cura de una sola parroquia; sin embargo, por escasez de sacerdotes u otras circunstancias, se puede confiar a un mismo párroco la cura de varias parroquias cercanas.







PALABRA DE DIOS

En aquel tiempo la gente preguntó a Juan: “Entonces, qué hacemos?”. El contestó: “El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, hago lo mismo.” Vinieron también a bautizarse unos publicanos, y le preguntaron: “Maestro, ¿qué hacemos nosotros?”. El les contestó: “No exijáis más de lo establecido”. Unos militares le preguntaron: “¿Qué hacemos nosotros?” El les contestó: “No hagáis extorsión a nadie, ni os aprovechéis con denuncias, sino contentaos con la paga.” El pueblo estaba en expectación y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: “Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, u no merezco desatarle la correa de sus sandalias. El os bautizará con Espíritu Santo y fuego: tiene en la mano la horca para aventar su parva y reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga.” Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba la Buena Noticia.





ADVIENTO

No sólo de destacado sentido común son las palabras de Juan el Bautista, sino también de rabiosa actualidad en una sociedad, como la nuestra, que habla con tanta publicidad de valores éticos. El Bautista nos insta, con algunos ejemplos bien plásticos, a un compartir eficiente incluso entre necesitados, como son los moradores de un desierto; ser comedidos en las exigencias a los demás; una conducta exenta de prepotencia y abuso. Unas relaciones, pues, en las que florezca la cercanía al necesitado y no por un día, con gesto para la pantalla o foto de calendario. Unas relaciones impregnadas de humildad y afabilidad, sin dureza alguna ante nuestros prójimos. Unas relaciones justas y fraternas en las que brille la honestidad, libre de engaños y fraudes. Esto es lo mínimo que se puede pedir, diríamos nosotros, ahora en este tiempo en el que vivimos. Propone el Bautista, con firmeza, una mejor ayuda a los pobres y desvalidos, cercanos o lejanos, en este momento en el que a nuestro alrededor priva el consumo desmedido o el despilfarro en gastos innecesarios.

Es bueno que nos preguntemos sobre ello en este tiempo de Adviento.
Pero el Bautista avanza en su mensaje de preparación. No quiere que perdamos de vista lo esencial. No se contenta él –tampoco los oyentes- con los valores éticos, sino que apunta a Quien va a venir, al que puede más. Sabe que esa agua, la suya de valores éticos, va a ser fecundada por el Espíritu Santo y el fuego a través y por la acción del que viene. Lo va a realizar no por leyes y códigos, de ordinario necesarios pero siempre insuficientes, sino con la Gracia del Amor que transformará nuestros corazones, y con el fuego que aniquilará el poder del mal. Y ambas cosas, Gracia y hoguera, no se apagarán.

Pocos días son los que faltan ya para la Fiesta de la Natividad del Señor. No dejemos de interrogarnos: ¿cómo estoy preparándome para ella?; ¿cómo vivo este Adviento?


¡Feliz tiempo de Adviento, hermanos !




 ALDEARRODRIGO



NOTICIAS

* La Parroquia y el Ayuntamiento de Valverdón hemos firmado un Convenio por el que la administración del Cementerio parroquial pasa al Ayuntamiento. Los títulos de uso perpetuo de sepultura se conservan. En adelante los permisos de enterramiento, las obras de reforma de las sepulturas, o la adquisición de nuevos títulos se uso perpetuo se deberán solicitar al Ayuntamiento. Entre los servicios que las corporaciones municipales deben prestar son los referentes a los enterramientos. Hasta ahora se venían prestando este servicio, todavía en algunos pueblos se sigue prestando.


* Cuando se produzca algún fallecimiento en nuestra unidad pastoral nos haremos eco de ello. Este lunes 7 de diciembre enterramos en Palacios del Arzobispo a Antonio Rivas. Descanse en paz.


* Este viernes hemos empezado en Palacios un grupo de catequesis de confirmación para adultos.


* Por toda nuestra Unidad pastoral estos días es época de matanzas caseras. Que podáis todos hacer unos buenos mondongos; ¡que se cure bien la chacina y… que aproveche!



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