viernes, 17 de febrero de 2012

Hoja 86

Del Profeta Isaías


Esto dice el Señor: No recordéis lo antaño, no penséis en lo antiguo; mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis? Abriré un camino por el desierto, ríos en el yermo, para apagar la sed del pueblo que yo formé para que proclamara mi alabanza. Pero tú no me invocabas, Jacob; ni te esforzabas por mí, Israel; no me saciabas con la grasa de tus sacrificios; pero me avasallabas con tus pecados, y me cansabas con tus culpas. Yo, yo era quien por mi cuenta borraba tus crímenes y no me acordaba de tus pecados. (Isaías 43) Primera Lectura.

Del Evangelio según san Marcos

Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaún, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos, que no quedaba sitio ni en la puerta. Él les proponía la Palabra. Llegaron cuatro llevando un paralítico, y como no podían meterlo por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados quedan perdonados.” Unos letrados que estaban allí sentados pensaron para sus adentros: “¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados fuera de Dios?” Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: “¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico ‘tus pecados quedan perdonados’ o decirle ‘levántate, coge la camilla y echa a andar”? Pues para que veáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados… entonces de dijo al paralítico: “Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa.” Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos; se quedaron atónitos y daban gloria a Dios diciendo: “Nunca hemos visto una cosa igual.” (Marcos 2, 1-12) Evangelio



Sáname, Señor, porque he pecado contra ti.

Dichoso el que cuida del pobre y desvalido,

en el día aciago lo pondrá a salvo el Señor.

El Señor lo guarda y conserva en vida,

para que sea dichoso en la tierra

y no lo entrega a la saña de sus enemigos.

El Señor los sostendrá en el lecho del dolor,

calmará los dolores de su enfermedad.

Yo dije: “Señor, ten misericordia,

sáname, porque he pecado contre ti.”

Bendito el Señor, Dios de Israel,

ahora y por siempre. Amén. Amén.

Sáname, Señor, porque he pecado contra ti.



REFLEXIÓN

Hemos visto que Jesús se acercaba a los hombres en los puntos neurálgicos de su existencia: donde trabajan, en la sinagoga, la casa y la calle pública. El domingo pasado un excluido y marginado se acerca a Jesús. En esta página un grupo de cuatro esperanzados acercan a un paralítico hasta Jesús. Hay una progresión; también en lo que nos va desvelando el Señor. Hoy nos muestra que no sólo es la enfermedad corporal la que nos impide a los hombres caminar alegre y rectamente. Ya el profeta Isaías anunciaba al antiguo Israel la acción que realiza Dios en el seno de un mundo viejo, infundía a la raíz una novedad, inadvertida para los ojos vulgares, que es accesible sólo a los creyentes. En efecto, el verse libres de la esclavitud en Babilonia no agotaba la acción de Dios. Él mismo les recuerda su infidelidad empecatada y que Él mismo borrará y olvidará sus iniquidades. La liberación de Dios, la llegada de su Reino, anunciada por Jesús, no es tal mientras no alcance a la profundidad del mal que nos aprisiona. Los males y desdichas nos alcanzan por la realidad del pecado. Para caminar alegre y rectamente es preciso el perdón de Dios, romper con el pecado. Y esto sólo lo puede hacer Dios, como muy bien sabían los letrados.

El evangelio de este domingo revela una concepción de la vida apenas imaginable para nuestro mundo, del que no sin cierta razón se ha dicho –hace tiempo- que ha perdido el sentido del pecado. El pecado ocupa el centro tenebroso de esta vida y explica el sufrimiento del hombre. Todas las crisis económicas y sociales que la humanidad ha sufrido a lo largo de la historia han tenido su origen y raíz en el egoísmo, avaricia, corrupción generalizada –a nivel y medida de las posibilidades de cada corazón codicioso-, olvido del prójimo…, que han generado la pobreza, el llanto y la postración. No se demuestra en este pasaje evangélico este hecho, pero se le supone por ser un indicio de él la actuación de Jesús, que perdona los pecados cuando lo que le piden es la curación de un paralítico. Ambas cosas realiza. Es la actuación de Dios: destruir la culpa humana. La restauración que trae Jesús es total, abarca lo externo y lo interno, efecto y causa. ¡Qué comprensible es la admiración que brota del corazón de la mayoría!

Sin embargo, hay algo que nos deja inquietos. Ha comenzado también ya la malquerencia hacia Jesús. Con este pasaje san Marcos inicia lo que podríamos denominar un ciclo de controversias y desencuentros de un grupo de personas frente al Señor. Muy pronto, casi en los albores de su vida, se inicia un cerco a su existencia. Pocas páginas después de ésta leemos cómo se confabulan algunos grupos para acabar con Él. ¿Y hoy? ¡Qué misterio tan incompresible el de la iniquidad humana! ¡Cuán atentos hemos de estar para sortearlo!

NOTICIAS

+ El jueves, día 16, recibió cristiana sepultura en Zamayón Alipio Alcántara Santos. Dale, Señor, el descanso eterno.

+El viernes, día 17, recibió cristiana sepultura en Almenara de Tormes Juan Francisco García Sandoval. Dale, Señor, el descanso eterno.

+ El día 22, miércoles de ceniza, daremos inicio a la Cuaresma que es un tiempo de una experiencia más sentida de la participación del Misterio Pascual de Cristo. Cada uno de nosotros y la comunidad entera nos dejamos purificar por Jesucristo, y damos frutos de esta purificación mediante signos de mayor caridad. Son medios adecuados para acoger esa acción del mismo Señor sobre nosotros la oración asidua, la escucha más ansiada de su Palabra, la limosna a favor del necesitado y el Sacramento de la Penitencia. Así podremos celebrar dignamente los sacrosantos Misterios del Triduo Pascual.





Denunciamos

􀀀 Que el aumento de los casos de malaria, sida y tuberculosis en países en desarrollo se debe, no sólo a la crisis económica, sino a una crisis de valores que provoca la falta de solidaridad, condiciones de vida precarias, el colapso de los sistemas sanitarios, el deterioro medioambiental, el aumento de los refugiados por causa de los conflictos armados etc.

􀀀 El derecho a la salud se hace depender de la capacidad adquisitiva de los que enferman,

por eso las llamadas enfermedades olvidadas son especialmente virulentas entre los más pobres.



􀀀 Que en el año 2009, había 33´3 millones de personas infectadas por el VIH/Sida, de las

cuales, 22´6 millones vivían en África subsahariana.

􀀀 Que el número de mujeres infectadas por el VIH/Sida triplica al de los hombres, porque

son más vulnerables y están más desprotegidas.

􀀀 Que el 97% de las muertes por enfermedades infecciosas, 15 millones de personas

cada año, tiene lugar en los países en desarrollo.

􀀀 Que la enfermedad se ha convertido en un negocio multimillonario



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