Para el año 2010 te deseamos todo bien. Dios es el Bien. Sólo Dios es bueno, nos dice Jesús. Te deseamos todo bien.
Te deseamos salud, pero, sobre todo, que no sea ella la única fuente de tu alegría, para que, si te falla, no te abata irremediablemente la tristeza.
Deseamos que se cumplan todos tus buenos proyectos, pero con mayor fuerza deseamos que no olvides que tú eres mayor que tus proyectos, de forma que, si no van acompañados de éxito, no por ello te es lícito pensar que nada vales.
No te deseamos que te hagas rico ni pobre sino que, sea cual sea tu situación, todos consideren –empezando por ti mismo- que tu dignidad no radica en la abundancia o carencia de bienes materiales.
Te deseamos que veas incrementado el número de tus amigos, pero si éstos disminuyeran o incluso llegaras a perderlos no se amilane tanto tu corazón que te impida volar amistosamente hacia ellos.
Te deseamos que la paz y la fraternidad reposen sobre ti y los tuyos, pero no olvides que ellas sólo pueden permanecer a tu lado si no cesas en el empeño de sembrarla en tus prójimos.
Deseamos que nadie te considere como un extraño, pero si alguien lo hiciera que tu corazón no se aleje de él, pues de lo contrario le darías la razón.
Te deseamos que la armonía y la fidelidad reinen en tu casa, mas recuerda que la familia es cual delicada planta que requiere, cada día, afanosa y paciente solicitud, distancia y cercanía.
Todo esto te lo deseamos de corazón. Te deseamos todo bien.
No olvides que todo ello lo encontrarás en quien es el todo Bien.
Feliz Año nuevo.
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