sábado, 1 de enero de 2011

FELIZ 2011

Oh, Dios Padre, de todo y de todos, tú que de manera admirable los has creado todo y a los hombres y mujeres les has restaurado en la Gracia por el Nacimiento de tu Hijo, concédenos acercarnos a tu divinidad, como Jesús ha vivido plenamente nuestra humanidad.


LECTURA DEL LIBRO DEL ECLESIÁSTICO 24, 1-4.12-16LA PALABRA SE HIZO CARNE Y ACAMPÓ ENTRE NOSOTROS


La sabiduría hace su propio elogio, se gloría en medio de su pueblo. Abre la boca en la asamblea del Altísimo y se gloría delante de sus Potestades. En medio de su pueblo será ensalzada y admirada en la congregación plena de los santos; recibirá alabanzas de la muchedumbre de los escogidos y será bendita entre los benditos. Entonces el Creador del Universo me ordenó, el Creador estableció mi morada: habita en Jacob, sea Israel tu heredad. Desde el principio, antes de los siglos, me creó, y no cesaré jamás. En la santa morada, en su presencia ofrecí culto y en Sión me estableció; en la ciudad escogida me hizo descansar, en Jerusalén reside mi poder. Eché raíces en un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su heredad.
Palabra de Dios






Glorifica al Señor, Jerusalén,

alaba a tu Dios, Sión:

que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,

y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R.-



Ha puesto paz en tus fronteras,

te sacia con flor de harina;

él envía su mensaje a la tierra,

y su palabra corre veloz.


Anuncia su palabra a Jacob,

sus decretos y mandatos a Israel;

con ninguna nación obró así

ni les dio a conocer sus mandatos

LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS EFESIOS 1, 3-6.15-18



Bendito sea Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya.

Por eso yo, que he oído hablar de vuestra fe en el Señor Jesús y de vuestro amor a todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, recordándoos en mi oración, a fin de que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cual es la esperanza a la que os llama, cual la riqueza de gloria que da en herencia a los santos.

Palabra de Dios

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