viernes, 25 de febrero de 2011

HOJA 49

LA PALABRA DE DIOS

Sión decía: “Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado.” ¿Es que puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? Pues aunque ella se olvide, yo no te olvidaré. (Isaías 49, 14-15) Primera Lectura

No juzguéis antes de tiempo, dejad que venga el Señor…; entonces cada uno recibirá de Dios lo que merece. (1ª Corintios 4, 5) Segunda Lectura

Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso al segundo. No podéis servir a Dios y al dinero… Sobre todo buscad el Reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos. (Mateo 6, 24. 33-34) Evangelio.





Descansa sólo en Dios, alma mía.

Sólo en Dios descansa en mi alma,

porque de Él viene mi salvación;

sólo Él es mi roca y mi salvación,

mi alcázar: no vacilaré.

De Dios viene mi salvación y mi gloria;

Él es mi roca firme, Dios es mi refugio.

Pueblo suyo, confiad en Él,

desahogad ante Él vuestro corazón.

Descansa sólo en Dios, alma mía.

Oración

Iluminados y sostenidos con los dones de la salvación, te pedimos, Padre de misericordia, que por tu Palabra y sus sacramentos con que ahora nos fortaleces nos hagas un día ser partícipes de la vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.

REFLEXIÓN

Si exceptuamos el tiempo cuaresmal y pascual, el resto del presente Año Litúrgico se alimenta del evangelio de san Mateo. En éste, a diferencia de los otros evangelios, hay dos palabras que aparecen frecuentemente; son dos palabras bien profanas: salario –a veces traducido como recompensa- y tesoro. Ambas quedan concentradas en otra no menos profana: dinero. Como todo hombre religioso, Israel sabía muy bien que Dios es el único Señor, el absoluto; que ante Él todo queda en muy lejano segundo plano. Tajante y seriamente Jesús lo resalta. En san Mateo nos advierte de los muy graves riesgos y daños que trae el amor al dinero, como sus consecuencias: por amor al dinero se abandona al hambriento y desguarecido, es motivo y origen de envidias y conflictos, incluso de homicidios, por amor al dinero se traiciona hasta a amigos y familiares y se propagan toda clase de bulos. ¿De qué maldad, de qué bajezas no son capaces los hombres que ponen el dinero –aunque sólo sea un dinerito- en el centro de su vida? Ante Dios y los hombres, responderán como Caín: ¿qué me importa a mí mi prójimo?

Y es que el “problema” del hombre reside en su centro de gravedad: ¿Qué es lo que dirige mi vida? ¿Qué es lo que me inclina en mis opciones? Quien coloca al dinero como absoluto no vive en paz, llena la vida de “cuidados y agobios”; aún teniendo más de lo que necesita, su vida está llena de preocupaciones innecesarias que le roban la tranquilidad; pero, sobre todo, vacío de Dios, se entrega a la vanidad, a la dureza, a la deslealtad… En el fondo, al igual que el pobre, busca la felicidad. A ella nos empuja la entraña misma de la vida, pues para ella nos ha regalado Dios la vida. Y es que la felicidad es una preocupación valedera, buscarla es un deber, usar de los medios necesarios es tarea ineludible; entre ellos, la laboriosidad, el esfuerzo inteligente y el compartir con el necesitado. Toda búsqueda alimentada por estos medios son síntomas del deseo de Reino y su justicia.

Buscar el Reino es entrever y saludar con gozo una realidad prometida, que aún no se tiene en posesión, a la que se aspira confiadamente en su Señor, el Padre que vela por toda su obra y, muy singularmente, por nosotros, sus hijos. Buscar el Reino es suplicarlo: “venga a nosotros tu Reino”; es también empezar a vivirlo aplicado a acoger la voluntad salvadora de Dios, practicando la justicia y la misericordia para que nadie carezca de lo necesario. Como tantas otras, estas palabras de Jesús nos invitan a mirar más allá de las apariencias; es una llamada de atención también a nuestro tiempo que ensalza el dinero, el tener. Puede que abra algunas puertas…¿pero de qué entrada? ¿de qué horizonte?

++++

Confiad siempre en Dios;

confiar siempre en Dios

es el camino recto.

A menudo nada sabes del mañana;

estás desorientado y lleno de cuidado.

Nada ves, todo te parece estar sin salida;

pero tú sabes que el Señor te ayudará.

Tú ves a la gente llena de codicia;

trabajar tan sólo para ganar oro.

Tú también sienes ganas de tener como ellos,

pero tú sabes que tu oro es el Señor.

Estás sin descanso hasta por la noche,

todo acobardado y te falta ánimo.

Siempre vas muy deprisa, siempre vas como huyendo;

pero tú sabes que sólo hayas paz en Él.



NOTICIAS

Hemos tenidos estos entierros esta semana:

María Antonia Sánchez Herrero

en Palacios el lunes 21

Agustín Herrero Mateos

en Palacios el martes 22

Gabriela Calles Sevillano

en Valverdón el miércoles 23.

Descansen en paz.




NUESTRA MISERIAY NUESTRA GRANDEZA


*Todos somos luz y oscuridad, sol y sombra, ángel y demonio, grandeza y miseria. Sólo el necio se siente divino, supra-humano y perfecto, pero el aprendiz de sabio asume y acepta sus debilidades y miserias, sus vergüenzas de hoy y sus nobles acciones de mañana…


*Dice Amado Nervo: “Un lobo, un tigre, una vez hartos, dejan los restos para sus compañeros. Sólo el hombre, una vez harto, niega lo que le sobra a su hermano y le deja morir de hambre a las puertas de su despensa. Esta actitud es privativamente humana”


*No lograremos ser buenos, nobles y generosos siempre…pero sí es posible que cada nuevo día de nuestra vida sean muchas más nuestras acciones bondadosas que las “malas”… más las verdades que las mentiras…. Más el bien que el mal… más los momentos de luz que los momentos de oscuridad.

sábado, 19 de febrero de 2011

HOJA 48

LA PALABRA DE DIOS


Dijo el Señor a Moisés: Habla a la asamblea de los hijos de Israel y diles: Seréis santos, porque yo, el Señor vuestro Dios, soy santo… Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor. (Levítico 19, 1.18) Primera Lectura.

Hermanos: ¿No sabéis que sois templos de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: ese templo sois vosotros. (1ª Corintios 3, 16s) Segunda Lectura

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Sabéis que está mandado: “Ojo por ojo, diente por diente.” Pues Yo os digo: No hagáis frente al que os agravia… Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo… Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto. (Mateo 5, 38s. 43-45. 48) Evangelio



El Señor es compasivo y misericordioso

Bendice, alma mía, al Señor

y no olvides sus beneficios.

Él perdona todas tus culpas

y cura todas tus enfermedades;

Él rescata tu vida de la fosa

y te colma de gracia y de ternura.

No nos tata como merecen nuestros pecados,

ni nos paga según nuestras culpas.

Como un padre siente ternura por sus hijos,

siente el Señor ternura por sus fieles.

El Señor es compasivo y misericordioso

Oración

Concédenos, Dios todopoderoso, alcanzar un día la salvación eterna, cuyas primicias nos has entregado en los Sacramentos. Por Jesucristo nuestro Señor.

REFLEXIÓN

Hay dichos de Jesús que nos causan admiración, alabanza, gratitud, entusiasmo. Pero también le oímos expresiones y enseñanzas que nos dejan perplejos y estremecidos. ¿Poner la otra mejilla, dar a fondo perdido más de lo que nos piden, amar a quienes nos quieren mal…? Casi espontáneamente vienen a nuestros labios aquellas palabras que algunos discípulos pronunciaron: “Duro es este lenguaje, ¿quién puede escucharlo?” Nosotros, los cristianos, somos “hijos del Padre que está en el cielo”. La sociedad de aquel tiempo, en el que Jesús se encarnó, tenía una teoría simple de las relaciones entre hijo y padre, una doctrina impuesta y aceptada por el marco artesanal que regía e informaba la relación social y familiar de aquella época, que todavía se puede rastrear en nuestro tiempo no muy lejano. El aprendizaje se hacía en casa; el hijo no hacía nada por sí mismo sin que se lo viera hacer a su padre; y lo que el padre hacía, debía hacerlo igual el hijo (Juan 5, 19).

En este hecho tan palpable para todos sus primeros oyentes, se apoya Jesús para enseñarnos que esa misma relación debe existir entre Dios-Padre y nosotros, sus discípulos. No podemos mostrar nuestro espíritu filial más que aplicándonos a imitar al Padre. La característica de este ‘Padre que está en los cielos` es la Bondad, probada en el bien que hace a los `buenos` lo mismo que envía la lluvia para los campos de los `malos` (y esto ya mucho antes de que naciera san Isidro). Por lo tanto, imitando este amor universal y absoluto es como nosotros, los cristianos, nos mostraremos hijos del Padre que está en los cielos, `perfectos` como nuestro Padre celestial.

Lo otro, lo que no nos dejaría estupefactos y desconcertados porque es lo que nos pide el cuerpo: responder con un empujón a un insulto… sólo nos conduce a instalar la violencia, la usura, el individualismo, la rencilla… Es decir, las manifestaciones de la Maldad. ¿Acaso no se nota y no lo sufrimos? Dejaríamos de ser esencialmente cristianos por mucho que nos aferremos a cofradías, procesiones, asistencia a funerales… En el menos malo de los casos, no pasaríamos de vivir un cristianismo mediocre e insulso, como hijos desnaturalizados. ¡Cuánto tenemos que agradecer estas palabras de Jesús! En ellas, Él se retrata. En verdad Él es el Hijo del Padre. ¡Cuánto tenemos que agradecer que nos asocie a Él, que nos quiera hacernos sus hermanos!

NOTICIAS

+El 7 de este mes enterramos en Valverdón a Ramiro Delgado Cuesta. Descanse en paz.

+El 8 de este mes enterramos en Santiz a José Luis Mangas Rodríguez. Descanse en paz.

+Han vuelto a intentar robar en Almenara y Valverdón forzando la puerta de la Iglesia y de la ermita. En Juzbado lograron entrar y se llevaron el dinero del lampadario después de romperlo, también entraron en alguna casa. En otras iglesias de la Diócesis también han robado. Conviene estar atentos y, sobre todo, ser discretos; muchas veces viene gente preguntando para informarse. Nosotros, con el ánimo de ser amables, contamos más de lo que se debería. Precaución por las iglesias y por las casas particulares. Cuanto menos se informe a extraños mejor.



FRASES SOBRE EL PERDÓN


* En los juicios humanos, se castiga al que confiesa su culpa; en el divino, se perdona... Bendito sea Dios. - Autor desconocido


* Enseñemos a perdonar; pero enseñemos también a no ofender. Sería más eficiente. - Autor desconocido


* La burla y el ridículo son, entre todas las injurias, las que menos se perdonan. - Platón


* La espiral de la violencia sólo la frena el milagro del perdón. - Juan Pablo II


* Las lágrimas no piden perdón, lo merecen. - San Ambrosio

* Lo mejor que puedes dar a tu enemigo es el perdón; a un oponente, tolerancia; a un hijo, un buen ejemplo; a tu padre, deferencia; a tu madre, una conducta de la cual se enorgullezca; a ti mismo, respeto; a todos los hombres, caridad. - John Balfour


.Si no perdonas por amor, perdona al menos por egoísmo, por tu propio bienestar. - Dalai Lama

++ Nada nos asemeja tanto a Dios como estar siempre dispuestos a perdonar. - San Juan Crisóstomo


* No escatimes el perdón: es imposible caminar con tantas heriditas abiertas. - Zenaida Bacardí de Argamasilla

* Perdón es una palabra que no es nada, pero que lleva dentro semillas de milagros. - Alejandro Casona

domingo, 13 de febrero de 2011

HOJA 47


LA PALABRA DE DIOS


Si quieres, guardarás sus mandatos, porque es prudencia cumplir su voluntad; ante ti están puestos fuego y agua, echa mano a lo que quieras; delante del hombre están muerte y vida, le darán lo que él escoja. (Eclesiástico 5, 16-18) Primera Lectura

Hablamos, entre los perfectos, una sabiduría que no es de este mundo ni de los príncipes de este mundo, que quedan desvanecidos, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria. (1ª Cor. 2, 6s) Segunda Lectura

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Os aseguro: si no sois mejores que los letrados y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos. Habéis oído que se dijo a los antiguos: no matarás, y el que mate será procesado… Habéis oído el mandamiento “no cometerás adulterio”. Pues yo os digo: el que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior… Sabéis que se mandó a los antiguos: “No jurarás en falso” y “cumplirás tus votos al Señor”. Pues yo os digo que no juréis en absoluto… A vosotros os basta decir sí o no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno. (Mateo 3, 20ss.27s.33) Evangelio

Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.

Dichoso el que con vida intachable

camina en la voluntad del Señor;

dichoso el que guardando sus preceptos

lo busca de todo corazón.

¡Ojalá esté firme mi camino

para cumplir tus consignas.

Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes

y lo seguiré puntualmente;

enséñame a cumplir tu voluntad

y a guardarla de todo corazón.

Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.



Oración

Alimentados y fortalecidos con tu Palabra, te pedimos, Señor, que apetezcamos siempre las fuentes de donde brota la vida verdadera. Por Jesucristo nuestro Señor.



REFLEXIÓN

Con apasionada ansia el salmista suplica enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón. Con él pedimos nosotros hoy eso al Señor, cuando Él mismo nos insta a la responsabilidad libre en nuestras respuestas ante el bien y el mal. Su voluntad no es una obligación opresora, una exigencia caprichosa sino la manifestación de su amoroso designio sobre nosotros para que, desde la libertad, acertemos y logremos ser dichosos. Al rogarlo con el salmista, recorremos el camino de la vida bajo la mirada bondadosa de Dios, orientados por la sabiduría divina desplegada en Jesús, sedientos y colmados de la dicha firme y permanente

¡Cuánto nos conviene hoy esto! Sin duda alguna, en la vida necesitamos de normas y orientaciones para convivir en paz y tranquilidad; pero si nos quedamos en el cumplimiento de leyes y órdenes es más que probable el que se achique nuestro corazón. Entonces todo se vuelve grave y pesado. Si la única razón que moviera a una madre a amamantar a su niño fuera la exigencia de la Ley, ese gesto se haría penoso, carga inoportuna y, aun siendo un gesto de amor, en realidad no pasaría de ser el cumplimiento de un trámite. Cuando nuestro interior, el corazón de cualquier hombre o mujer, no es movido y alimentado desde esa sabiduría divina…, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria puede que nuestras obras alcancen a ser correctas pero difícilmente, por no decir imposible, alcancen la satisfacción de la dicha firme, que acompaña a todo cuanto tiene su origen en el amor, en Dios que es Amor. La flor es diferente del tallo, y más aún de la raíz, y sin embargo es el tallo, y antes y más es la raíz lo que hace que la flor sea una rosa o una mala hierba. La raíz del cristiano, su interior determinante, es Dios. Su condición es la filiación divina. Su actuar, sus obras han de ser las propias de los hijos de Dios.

Esa sabiduría misteriosa, escondida de la que nos habla la segunda Lectura es desvelada por Jesús, el Hijo Primogénito; esto es: sois hijos del Padre que está en los Cielos. Nuestro actuar, nuestras obras, pues, no han de ser fruto del cumplimiento de leyes y normas –muchas veces útiles y convenientes-, sino desde la responsable libertad de los hijos que despliegan la perfección y santidad del Padre. No basta con no matar; es preciso buscar el bien de nuestros semejantes. No se trata sólo de evitar el adulterio, sino de que sea limpia la fuente de cualquier deseo. Frente a cualquier enemistada separación, brote la armoniosa unidad. No sólo es censurable el jurar en falso; es laudable, hermoso y grande que toda palabra sea dicha en verdad. ¿Por qué? Porque Dios es Verdad, Armonía plena, Limpieza, sumo Bien, y… nosotros somos sus hijos.

++++++

Manos Unidas presentó la Campaña LII que, con el lema “Su mañana es hoy”, va a exigir y a reclamar el cumplimiento del cuarto Objetivo de Desarrollo del Milenio: reducir la mortalidad de niños menores de cinco años.

La intención de Manos Unidas con esta campaña no es solo mover a la reflexión sino reclamar soluciones, porque el asunto es de tal gravedad que requiere acción inmediata. Las estadísticas así lo demuestran: por causas fácilmente prevenibles mueren cada hora en el mundo cerca de 1.000 niños menores de 5 años.

“Su mañana es hoy”

En cuanto a la campaña “Su mañana es Hoy”, la presidenta de Manos Unidas señaló que decenas de miles de niños menores de cinco años mueren cada día por causas prevenibles, asociadas a la pobreza, un dato “escalofriante” que, a su juicio, “debería hacer bajar la cabeza de vergüenza a todos los que, de una u otra manera, tienen en sus manos terminar con esta injusticia”.
Lo triste e indignante, añadió, es que algunos de los que la bajan, no lo hacen por vergüenza, sino porque no quieren ver… Y eso es lo que queremos denunciar en esta campaña: la falta de voluntad para acabar con un problema lacerante.

“En Manos Unidas, continuó, sabemos que, en la medida en que consigamos reducir los niveles de pobreza, analfabetismo, enfermedad y desnutrición, estaremos sentando las bases para reducir muchas de las causas de la mortalidad infantil”.

domingo, 6 de febrero de 2011

HOJA 46

LA PALABRA DE DIOS


Esto dice el Señor: Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que va desnudo, y no te cierres a tu propia carne. Entonces romperá tu luz como la aurora… Cuando destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia… y sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía. (Isaías 58, 7-10) Primera Lectura

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una vela para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de la casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo. (Mateo 5, 13-16) Evangelio



El justo brilla en las tinieblas como una luz.

En las tinieblas brilla como una luz

el que es justo, clemente y compasivo.

El justo jamás vacilará, su recuerdo será perpetuo.

No temerá las malas noticias,

su corazón está firme en el Señor.

Su corazón está seguro, sin temor,

reparte limosna a los pobres,

su caridad es constante, sin falta

y alzará la frente con dignidad.

El justo brilla en las tinieblas como una luz.

ORACIÓN

Oh Dios que has querido hacernos partícipes de un mismo Pan y un mismo Cáliz, concédenos vivir tan unidos a Cristo que fructifiquemos con gozo en bien de la salvación de los hombres. Por Jesucristo nuestro Señor.

REFLEXIÓN

De sal y luz, del mundo y la tierra; del monte y de los de casa nos habla Jesús en el Evangelio, en la página que continúa a las bienaventuranzas, prolongación de ellas; al igual que las aquellas se dirigen estas palabras a los discípulos, a nosotros. La vida de todo seguidor –si de verdad lo es- de Jesús es para los habitantes de la tierra la que ha de proporcionar el sabor que hace la vida agradable, para los que habitan este mundo una luz que ilumina el camino de la humanidad. No basta pues con que sea una claridad para sí mismo, un saboreo que hace agradable la propia vida. No. Ha de ponerse en servicio de este mundo, de esta tierra; ha de ser visible como la cima de un monte y extensible a todos los de la casa.

También nos dice que somos sal y luz a través de las obras; aquellas que ha proclamado en las bienaventuranzas: la pobreza y limpieza, la misericordia y la paz, el hambre de justicia y la mansedumbre, la fidelidad en la prueba del llanto y de la persecución. En el amor eficaz y tangible al prójimo, como nos propone Isaías, especialmente al hambriento, necesitado; es decir, para con los pobres y necesitados. De esa forma, despojados de nuestra propia tiniebla, comenzamos a brillar como luz. Pero el gusto que la sal proporciona a la vida, la orientación segura que la luz suministra para acertar en el camino no son un fin en sí mismas sino unos medios, entusiastas y alegres, que invitan a los hombres a alabar a Dios, al Padre que esté en el cielo. No son un tesoro para apropiar, sino unos dones para regalar. Hemos de pensar con tanta seriedad como gratitud que, por la condición de discípulos, nuestra vida, nuestras obras diarias han de ser como la sal y la luz. Preguntarnos si en verdad lo estoy haciendo, si en verdad no quiero ser sosería para ser tirada y pisada.

NOTICIAS

+ Muy servicial para con todos era Evaristo; durante años sostuvo casi en solitario la asociación de mayores en Zamayón y, hasta pocos días antes de ser llamado por Dios, se ocupaba de casi todos los menesteres que conciernen al templo, sacristía, campanario. Servidor fiel y cumplidor, sonriendo incluso cuando se enfadaba, inclinado a la perseverancia sin ver, en ocasiones, el fruto de su quehacer deja en nosotros un saludable recuerdo. Evaristo, muchas gracias por todo, te las damos de corazón; descansa en la Paz que Dios otorga a los humildes, sencillos y serviciales.

+ De forma diferente y según las posibilidades, en algunas parroquias de nuestra Unidad Pastoral celebramos ayer la fiesta de santa Águeda, virgen y mártir. A ella, mujer valiente y fiel a Jesucristo y su Iglesia, nos encomendábamos y pedimos que interceda por todos en el avance diario de la libertad y responsabilidad en esta sociedad de nuevas esclavitudes y superficialidades.

+ Aunque no sea necesario consignar el agradecimiento de la inmensa mayoría de todos nosotros, pues saben que lo tienen, queremos resaltar el gran servicio gratuito que realizan las mujeres que se ocupan de la limpieza de nuestros templos. En El Arco: 12; en Aldearrodrigo: 24; en Torresmenudas: 25, San Pelayo: 6; Palacios: 25 ; Almenara: 22; Santíz: 30. (En Valverdón se encarga el Ayuntamiento). Por turnos, a lo largo del año y cuatro o cinco veces cada mes, ellas se esmeran que haya flores, que los manteles estén limpios y asean los vasos sagrados. ¡Qué sería de nuestros templos sin ellas!

+ ¡Cuánto han cambiado nuestros pueblos! No hará todavía 25 ó 30 años, cada una de nuestras parroquias tenía un párroco como en exclusividad; no hará ni 5 años todavía éramos cinco sacerdotes para lo que hoy forma la Unidad Pastoral. Poco más o menos por estos días, hace los 2 años que empezamos a estar ya sólo dos. ¡Menudo cambio! Es verdad que no sólo en este punto se ha cambiado. Pensemos en las escuelas bien nutridas, en la secretarías de cada ayuntamiento, en… la población en general. Todo esto es tan complejo que requeriría otro espacio para hablar sobre ello, pues tiene amplias repercusiones de cara al futuro no lejano ya. Simplemente aquí y ahora, en esta hojita, queremos resaltar algo que ya sabemos, y sin embargo se nos olvida involuntariamente en la práctica. Esto es: no podemos hacer las cosas ya como hace 10 ó 15 años. Los cambios están siendo muy hondos. Es necesario, por parte de todos, una mayor participación, colaboración en las tareas pastorales. Se impone el esfuerzo de preparación para ello. Nosotros, los dos sacerdotes, no podemos menos de expresar nuestro agradecimiento por la paciencia y comprensión que notamos en una amplia mayoría de todos vosotros. Y desde ellas os pedimos que nos ayudéis aún más. Es una cuestión que nos preocupa; nos preocupa por vosotros, por cuantos queréis ser fieles a la vida cristiana, que se vive en comunidad; esta comunidad que va a nacer en el futuro ya no se reducirá a la del pueblo de cada uno. La gestación de ese alumbramiento, para que no sea un parto fallido, ha de ser cuidada y preparada. Pensamos que ello es algo que Dios nos está pidiendo a cada uno.

HOJA 99

En aquellos días Moisés bajó y contó al pueblo todo lo que había dicho el Señor y todos sus mandatos; y el pueblo contestó a una: Haremos to...