Del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, Jesús iba hacia Jerusalén, marchando a la cabeza. Al acercarse a Betfagé y Betania, junto al monte llamado de los Olivos, mandó a dos discípulos diciéndoles: Id a la aldea de enfrente: al entrar encontraréis un borrico atado, que nadie ha montado todavía. Desatadlo y traerlo. Y si alguien os pregunta: “¿por qué lo desatáis?”, contestadle: “el Señor lo necesita.” Ellos fueron y lo encontraron como les había dicho. Mientras desataban el borrico, los dueños, les preguntaron: ¿Por qué desatáis el borrico? Ellos contestaron: el Señor lo necesita.
Se lo llevaron a Jesús, lo aparejaron con sus mantos, y le ayudaron a montar. Según iba avanzando, la gente alfombraba el camino con los mantos. Y cuando se acercaba ya la bajada del monte de los Olivos, la masa de los discípulos, entusiasmados, se pusieron a alabar a Dios a gritos por todos los milagros que habían visto, diciendo: ¡Bendito el que viene como rey, en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en lo alto.
Algunos fariseos de entre la gente le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos. Él replicó: Os digo que, si estos callan, gritarán las piedras
Oración:
Dios todopoderoso y eterno, tú quisiste que nuestro Salvador se anonadase, haciéndose hombre y muriendo en la cruz, para que todos nosotros sigamos su ejemplo; concédenos que las enseñanzas de su pasión nos sirvan de testimonio, y que un día participemos en su resurrección gloriosa. AménREFLEXIÓN
Pese a la tensión que se respira, es una escena hermosa y muy conocida por todos los fieles cristianos. Cada año en todas las iglesias se repite visiblemente. La Liturgia de la Iglesia no pretende que sea una representación escénica de aquella mañana, sino una actualización de aquella vivencia de fe. Es decir, los cristianos que vivimos en el 2010 podemos vivir lo esencial de aquella misma mañana.
Entusiasmados podemos alabar a Dios a gritos por todos los milagros que hemos visto. Sí, signos visibles y sorprendentes de la acción de Dios –son los milagros- percibimos los ojos de los creyentes a nuestro alrededor en múltiples hechos y momentos. En medio de un ambiente nada propicio, muchos niños siguen acogiendo con noble y limpio corazón a Jesús y su mensaje. Pese a indicaciones contrarias, en dificultades viejas y nuevas, muchos matrimonios siguen siendo fuente de amor mutuo y fiel. Signos sorprendentes, hoy más que antes, son la ferviente acogida de la Palabra, la celebración de la Eucaristía, el acercamiento a la Penitencia que innumerables cristianos realizan aun en medio de circunstancias y horarios dificultosos. Acción visible de Dios, en medio de una sociedad que ensalza el egoísmo, la avaricia, el despilfarro… es la realidad existente de hombres y mujeres que se comprometen con el caído, sufriente, hambriento, abandonado… Por todo esto y muchísimo más, hoy los cristianos nos ponemos en pie y en marcha, tras Jesús que se echa a andar delante, y entonamos cantos, himnos de alabanza a Dios que sigue realizando maravillas.
Nos adentramos en la Ciudad Santa y, en la intimidad de nuestros templos, revivimos la Cena del Señor y la donación de su Amor. Alimentados por su Cuerpo entregado y su Sangre derramada, queremos vivir envueltos en ese Amor que supera nuestros abandonos, traiciones, negaciones y prometeremos anunciarlo como Crucificado, Muerto y Resucitado. Moriremos con Él al pecado y seremos hechos partícipes, por el Agua viva y el Espíritu del Resucitado, de su filiación para vivir como hermanos. María, la Madre del Señor y madre de los discípulos, Virgen Dolorosa, María de la Soledad, nos acompaña en esta hora, en todas las horas de la vida. Acudamos con fe y esperanza, acogiéndonos con amor, a las celebraciones de estos días santos.
1ª DE SAN PABLO A LOS CORINTIOS
Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó pan y, pronunciando la Acción de Gracias, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía.” Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: “Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; haced esto cada vez que bebáis, en memoria mía.” Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva.
DE SAN PABLO A LOS FILIPENSES
Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango, y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo, y le concedió el “Nombre-sobre-todo-nombre”; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble –en el Cielo, en la Tierra, en el Abismo-, y toda lengua proclame: ¡Jesucristo es Señor! , para gloria de Dios Padre.
NOTICIAS
Agradecemos, en nombre de todos, a cuantos os ocuparéis y preocuparéis en la preparación y desarrollo de las Celebraciones litúrgicas de estos días. A quienes colocáis y adornáis el Monumento al Santísimo, preparación de la Cruz, del fuego y velas para la Vigilia Pascual, a quienes colocan en andas las imágenes para la procesión y con devoción las aderezan, a monaguillos, lectores y cantores… A todos vosotros que, aun en cosas aparentemente insignificantes, ponéis vuestras manos y corazón para resaltar y embellecer los actos de culto, para que sean dignos del Señor y estímulo de colaboración para cada uno de nosotros.
Falleció la hermana Mª del Carmen, Misionera de la Providencia que estuvo en la casa de Almenara.
Enterramos en Zamayón en lunes 22 a Isabel Tomé Rodriguez. Descansen en paz.
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