sábado, 6 de marzo de 2010

HOJA 13


Del Evangelio según san Lucas


En aquella ocasión se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó: ¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así?. Os digo que no; y si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no. Y si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.

Y les dijo esta parábola: Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde? Pero el viñador contestó: Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortarás.

**********
El Señor es compasivo y misericordioso

Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios.

Él perdona todas tus culpas, y cura todas tus enfermedades;

te colma de gracia y de ternura.

Como se levanta el cielo de la tierra, se levanta su bondad sobre sus fieles.


Oración

Señor, Padre de misericordia y origen de todo bien, que aceptas el ayuno, la oración y la limosna como remedio de nuestros pecados, mira con amor a tu pueblo penitente y restaura con tu misericordia a los que estamos hundidos bajo el peso de las culpas.


REFLEXIÓN

Este relato evangélico pone de relieve la fragilidad misma de la existencia humana, de nuestra propia vida, sujeta a múltiples amenazas: accidentes, arbitrariedades despóticas y… a muerte por inanición. Sobresalen en esta narración, al menos, dos cosas de máxima importancia: la paciencia bondadosa de Dios y una llamada apremiante a la conversión y arrepentimiento. Si la misericordia de Dios no está sujeta ni limitada por el tiempo, sí que nuestro tiempo para la conversión está restringido al período de nuestra existencia terrena, frágil y caduca. De ahí, el apremio de este bondadoso aldabonazo a nuestra mente y corazón.

Sin duda alguna, en un primer momento esta seria llamada de atención está dirigida por Jesús a sus contemporáneos, a sus propios oyentes: la viña como el pueblo de Israel, la higuera como cualquiera de sus habitantes, el viñador como Jesús, los tres años como período de actividad pública. Al llegar a nosotros, cuando es proclamada esta Palabra en medio de su comunidad reunida, rebasa los límites de la mera contemporaneidad y nos alcanza comunitaria y personalmente. De esta forma, el significado de la higuera estéril adquiere nuevas modalidades y se convierte en símbolo de una vida humana improductiva. ¿Cómo es posible que el ser humano, que ha recibido la vida y la existencia de Quien es origen de todo bien, con sus enormes recursos naturales, continúe malgastándolas inútilmente? ¿Cómo es posible que quien ha recibido la gracia de la filiación divina en el Bautismo, el Pan de la Vida en la Eucaristía, el Don del Espíritu en la Confirmación, la capacidad de testimoniar el Amor de Dios a su Iglesia en el Matrimonio… no dé frutos de gratitud, alabanza, paz, generosidad, honestidad, cercanía al necesitado, sinceridad, perdón….? La culpabilidad que brota de las continuas dilaciones y la falta de decisión personal por el arrepentimiento y conversión a Dios es verdaderamente grave; mucho más que la que se podían suponer aquellos contemporáneos de Jesús en una muerte violenta o en un accidente inesperado.

………………………………………………
CAMINAMOS EN CUARESMA
No robarás

No darás falso testimonio ni mentirás

No codiciarás los bienes ajenos

Los mandamientos que están en forma de prohibición, que empiezan con un “no”, muestran lo mínimo. Jesús, el Señor, a lo largo del Evangelio y muy especialmente en lo que conocemos como Sermón del Monte los traduce y explicita en sentido amplio; es decir, los extiende a actitudes de mayor calado y dimensión. Por ejemplo, al de “no matarás”, Jesús lo amplía a “amad a vuestros enemigos” Los cristianos hemos de ver todos los mandamientos desde la perspectiva de Cristo.

¿Respeto lo que es de otro? ¿También lo que es común, público, municipal? ¿Cuido de ello; ayudo a su permanencia y extensión para el bien común? ¿Uso de engaños y trapicheos en mis transacciones de compra-venta? ¿Es una de mis reales preocupaciones el que exista justicia, no sólo en lo que me afecta, sino también en este mundo? ¿Defiendo al desvalido, al pobre y necesitado cuando sobre ellos cae el aprovechamiento de otros?

¿Veo todos los bienes de la tierra como un don de Dios para toda la humanidad? ¿Me preocupo de cuidar la Creación, labrarla, conservarla y… compartirla? ¿Qué hago para erradicar el hambre, la miseria en el mundo; de verdad hago todo lo que me es posible? ¿Cuáles son las excusas que suelo esgrimir para ni siquiera planteármelo en serio y con honestidad? ¿Soy uno que raramente muevo un dedo encaminado al bien común, pero sí agilizo la lengua para criticar, obstruir y querer desprestigiar a quienes lo hacen?

¿Ciertamente tengo amor a la verdad? ¿Soy tan ingenuo-a que pienso que la verdad es lo primero que se me ocurre? ¿Busco y anhelo la verdad como una realidad que ciertamente me hará libre? ¿A Dios, que es la Verdad, se la suplico? ¿Confundo la verdad con mis sentimientos, deseos momentáneos, caprichos agradables? ¿Huyo de engañarme a mí mismo? ¿Admito con humilde sencillez el poder estar equivocado o soy tozudo, porfiado hasta lo indecible?

¿Mis relaciones con los demás están regidas por la sencillez y honestidad? ¿He usado del engaño, simulación, apariencia en el trato con mis prójimos? ¿Doy gustosamente oídos al bulo, a la mentira, difamación? ¿Intento corregirlos o los propago unas veces con clara satisfacción, otras veces de forma piadosa: “no sé, pero dicen que…” ¿Me callo o me hago el sueco cuando debía defender al indefenso, inocente, injustamente acusado o calumniado?

……………………………….

NOTICIAS
Tras el terremoto de Haití muchas personas hemos podido ver la crudeza de unas imágenes que mostraban la tragedia de un pueblo pobre y el dolor de su gente. Generosamente comenzaron a llegar donativos a Caritas diocesana de Salamanca. Muy pronto se alcanzó la cifra de doscientos setenta y cinco mil euros que, a través de Caritas española, ha llegado a Haití. Caritas no va, Caritas está en todas las diócesis de la tierra. Caritas es esencial en toda diócesis y las redes de ayuda entre ellas es, no sólo admirable, sino también rápida y eficaz. Más información sobre ello puede verse en www.caritasalamanca.org . Caritas diocesana de Salamanca agradece los donativos recibidos y anima a perseverar

Algunas de sus cuentas bancarias:

Caja Duero: 2104-0000-18-0001016252

Caja Rural: 3016-0114-11-1293770812

No hay comentarios:

Publicar un comentario

HOJA 99

En aquellos días Moisés bajó y contó al pueblo todo lo que había dicho el Señor y todos sus mandatos; y el pueblo contestó a una: Haremos to...