sábado, 16 de octubre de 2010

HOJA 33

DEL EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS


En aquel tiempo, Jesús, para explicar a los discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: “Hazme justicia frente a mi adversario”; por algún tiempo se negó, pero después se dijo: Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esa viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara. Y el Señor respondió: Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?. Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará este fe en la tierra?



El auxilio me viene del Señor,

que hizo el cielo y la tierra.

Levanto mis ojos a los montes:

¿de dónde me vendrá el auxilio?,

el auxilio me viene del Señor,

que hizo el cielo y la tierra.

No permitirá que resbale tu pie,

tu guardián no duerme;

no duerme ni reposa

el guardián de Israel.

El Señor te guarda a su sombra,

está a tu derecha.

El Señor te guarda de todo mal,

Él guarda tu alma;

el Señor guarda tus entradas y salidas,

ahora y por siempre



AL HILO DE LA PALABRA

Fácilmente se entiende que no habla Jesús, en este pasaje del evangelio de san Lucas, sobre la bondad o maldad del juez; no habla de la práctica de la justicia humana. El evangelista mismo subraya el;  motivo por el que Jesús cuenta esta parábola: tenemos que orar siempre sin desanimarnoses una invitación a la perseverancia en la oración. Esta perseverancia tiene su raíz, así parece indicarlo el Señor al final del relato, en la confianza de que Dios atiende siempre nuestras súplicas, si están nacen de la fe.

Muy probablemente, no se trata de una oración ininterrumpida, perpetua, incesante, sino de un clima de oración que vaya ritmando la existencia cristiana hasta que lleguen los anunciados “días del Hijo del Hombre”. Es decir, no es suficiente la celebración eucarística dominical –menos aún si es un mero estar pasivo-, es preciso elevar la mente y el corazón a Dios en múltiples momentos durante la semana, confiados en que Él siempre está a nuestro lado, pues no duerme ni reposa el guardián de Israel. Aunque parezca que nuestra oración no es atendida, hemos de continuarla con humildad y fe. De los labios del cristiano sencillo, como niño ante el Padre, aflorarán en ocasiones exclamaciones de alabanza, gratitud, reconocimiento, a modo de jaculatorias.

Significativo es el hecho de que la parábola nace desde una mujer pobre e indefensa ante un poderoso desaprensivo. Es la situación del cristiano desamparado y vapuleado por un ambiente nada propicio, cuando no hostil, para vivir como tal. A este cristiano –sin duda, a nosotros nos ocurre esto-, Jesús le asegura que Dios estará con él; que sabe escuchar a sus hijos, que no nos abandona, que la mano de su Bondad tendrá efecto salvador sobre nosotros. Inquietante, no obstante, es la pregunta final que parece como que Jesús se la hace a sí mismo en voz baja: Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?

NOTICIAS

+ En un buen número de parroquias de nuestra Unidad Pastoral se han celebrado en los pasados domingos los tradicionales Ofertorios en honor de la Virgen del Rosario. Queremos mostrar nuestro agradecimiento a cuantos habéis hecho posible la preparación, el desarrollo y los resultados. Que la Virgen María premie vuestra generosidad.

+ El sábado, día 2, de los corrientes recibió sepultura Joaquina Herrero en El Arco. Descanse en paz.

+ Aunque es una Cruz como las demás, en su significado tiene cierta peculiaridad. Es la Cruz que el Papa Juan Pablo II entregó en 1985 a los jóvenes para que la portaran y mostraran al mundo. Desde entonces ha recorrido muchas ciudades en diversos países de todos los continentes. El 27 de octubre, a las 10 de la mañana, llegará a Cantalapiedra junto con el Icono de María y hasta el domingo, día 31, que pasará a la diócesis de Ciudad-Rodrigo, estará en Salamanca. Denominada “Cruz de los jóvenes”, fácilmente se comprende que nos abraza a todos nosotros, ya que el Crucificado y Resucitado, al que la Cruz remite, actúa sobre todos nosotros. Por eso, a las actividades que durante su estancia en Salamanca tendrán lugar estamos todos nosotros invitados, aunque algunas de ellas estén dirigidas a grupos concretos. Sin duda, nos es factible acudir a alguna-as de ellas. Hoy adelantamos un número de ellas:

* Jueves 28, a las 21:30 Via-crucis por las calles de Salamanca. Se inicia en la iglesia de la Clerecía. La 7ª estación será digerida por el arciprestazgo de la Armuña al que pertenece nuestra Unidad Pastoral. Es un acto público de Adoración al Crucificado al que podemos acudir todos.

* Viernes 29, a las 16:30, Oración de las familias cristianas ante la Cruz, en la iglesia de la Clerecía.

Sobre otras actividades y celebraciones, podéis preguntar a los párrocos que, con mucho gusto, os informarán con todo detalle.



¿Qué nos aporta el rosario?

Preguntarnos qué nos aporta el rosario es preguntarnos qué necesidades tenemos, qué motivaciones nos impulsan de verdad a orar. Podría decir que nos aporta cultivo del espíritu de Jesús, transcendencia, relación con María, relación con Dios, explicitación de la fe, ensanchamiento del amor, contemplación de la vida de María y de Jesús como centro de la Buena Noticia; explicitación de una oración de alabanza, acción de gracias o petición.

El rosario nos aporta también tranquilidad psicosomática, armonía, seguridad básica. Por su estructura rítmica, como todas las estructuras rítmicas de las grandes religiones, conlleva el rezo del rosario una disminución de la ansiedad.

Algunos se extrañan cuando afirmo que el rosario es un ansiolítico. Con humor y con cierta verdad, lo afirmo por propia experiencia y porque en realidad toda meditación rítmica disminuye la ansiedad, de lo cual estamos tan necesitados el hombre y la mujer, modernos amenazados constantemente por el estrés. El rosario nos aumenta la paz y nos reconcilia con la pobreza del instante presente.

¿Por qué aporta todo esto el rosario?

Por su dimensión trascendente, ya que la oración la hace Dios en nosotros, y los efectos habituales de la oración en personas que llevan una vida coherente con los contenidos oracionales es aumento de fe, de esperanza, de caridad, de paz, etc.

También aporta todo esto por su estructura psicológica. Como decía, el rosario es una oración rítmica. En todas las grandes religiones -Islam, budismo, hinduismo, judaísmo, etc.- existen las oraciones rítmicas. Este tipo de oración aporta oleadas de serenidad, de respiración tranquila, de progresiva relajación psicosomática a través de un rezo sereno, devocional, corporal. Estas oraciones rítmicas tienen por finalidad acarrear silencio. Silencio corporal, que es la relajación, silencio mental que es la capacidad de convivir sosegada y pacíficamente con posibles conflictos pendientes o problemas todavía no del todo resueltos. Y este silencio acarreado por la oración rítmica es terapéutico. En su seno crecen dimensiones sanas de la mujer, del hombre; se curan heridas profundas, se equilibran emociones encontradas y se armonizan dimensiones de la persona.

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