lunes, 30 de mayo de 2011

HOJA 61

De la primera carta del apóstol san Pedro



Hermanos:

Glorificad en vuestros corazones a Cristo Señor y estad siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza al todo el que os la pidiere; pero con mansedumbre y respeto y en buena conciencia, para que aquello mismo en que sois calumniados queden confundidos los que denigran vuestra buena conducta en Cristo; que mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal. Porque también Cristo murió una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios. Murió en la carne, pero volvió a la vida por el Espíritu. (Segunda Lectura)



Aclamad al Señor, tierra entera

Decid a Dios: “Qué temibles son tus obras.”

Que se postre ante ti la tierra entera,

que toquen en tu honor,

que toquen para tu nombre.

Venid a ver las obras de Dios,

sus temibles proezas a favor de los hombres.

Transformó el mar en tierra firme,

a pie atravesaron el río.

Alegrémonos con Dios,

que con su poder gobierna eternamente.

Fieles de Dios, venid a escuchar;

os contaré lo que ha hecho conmigo.

Bendito sea Dios que no rechazó mi súplica,

ni me retiró su favor.

Aclamad al Señor, tierra entera



Oración

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Porque él, con la inmolación de su cuerpo en la cruz, dio pleno cumplimiento a lo que anunciaban los sacrificios de la antigua alianza, y ofreciéndose a sí mismo, por nuestra salvación, quiso ser al mismo tiempo sacerdote, víctima y altar. Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria.

REFLEXIÓN


Todas las manifestaciones externas de piedad, devociones, actos de culto…, para ser auténticas, han de brotar del corazón; es decir, han de ser sinceras, en verdad. Así se lo decía Jesús a la mujer de Samaria (Juan 4, 23-24). El creyente glorifica a Jesús, el Señor, en y desde el corazón; esto es, a tras de su interior y de sus obras, de la fe y de la vida, pues el corazón, en el lenguaje bíblico reprenda el centro y la esencia del hombre, el “lugar” de la decisión libre. Pero ese testimonio de glorificación debe existir también en el esfuerzo del testimonio, si los cristianos somos atacados a causa de nuestra fe y obligados a hablar. Sería de enorme inconsciencia en nosotros, si no contáramos con el hecho, muy posible y probable, de tener que dar testimonio de nuestra fe, esperanza y caridad. Nos pedirá respuesta de nuestra fe no tanto un juez o un empleado de la administración cuanto un amigo, un familiar, un vecino o un momentáneo enemigo. Y las razones por las que se nos pregunte por la actuación de nuestra fe pueden ser explícitas o veladas; quizá estén motivadas por la simple curiosidad, por deseo de conversión e incluso por hostilidad insidiosa o burlona.

San Pedro nos dice cómo ha de ser nuestra respuesta, cómo hemos de dar razón de nuestra esperanza en Aquel a quien glorificamos en nuestro corazón. Tanto si uno es preguntado con amabilidad o con agresividad, la respuesta ha de ser con mansedumbre y tomando lúcida conciencia de la responsabilidad que se tiene ante Dios; por ello no debe acortar ni “dulcificar” en nada el Evangelio, sino que es responsable de toda la enseñanza de Jesús que la ofrece con corazón manso y humilde. De esa forma, nuestra respuesta alcanza su plena validez, porque es dada en plena comunión de vida con Cristo.

Es mejor padecer la injusticia que hacerla era ya una máxima de la más noble ética griega. San Pedro, aquí, nos la presenta como voluntad de Dios; pues el bien es siempre voluntad de Dios. Y lo corrobora presentándonos el ejemplo de vida de Jesucristo que cumplió ejemplarmente la voluntad de Dios. Ante el sufrimiento de éste, todo hombre bueno queda conmovido.

NOTICIAS

+ El domingo pasado, día 22, en Zamayón, recibió la Primera Comunión Fátima Hernández Pérez. Fue, sin duda alguna, un día alegre y de gran significación no sólo para ella, sus padres y familiares sino igualmente para toda la comunidad. Ese día pedíamos a Dios que le concediera crecer siempre en su amistad y en la comunión con su Iglesia.

+ El pasado fin de semana estuvo colgado en nuestro blog la conexión directa con la concentración que, como en otras muchas ciudades de España, tenía lugar en la Puerta del Sol en Madrid. No era por simple información, sino una forma de adhesión a esos miles de muchachos que desean una vida política de mayor decencia. Es una alegría que numerosos grupos de jóvenes se concentraran no para dar culto al alcoholismo, la bufonada o la tontería, sino para la reflexionar sobre los graves problemas que nos aquejan y protestar, de forma tan pacífica como contundente, contra una crisis económica y moral –ambas se retroalimentan- que siempre recae sobre los hombros de los más débiles. Desde nuestro modesto blog, les enviamos un saludo de admiración y reconocimiento.

+Siempre en la Oración de los Fieles, especialmente los domingos, pedimos a Dios por nuestras autoridades y gobernantes. Hoy, ya pasadas las elecciones autonómicas y municipales, queremos agradecer la buena disposición de quienes se ocupan en nuestros municipios del buen funcionamiento de las cosas del pueblo. Agradecemos a aquellos que han venido desempeñando estos cargos y ya no estarán en la próxima legislatura. A la vez que saludamos cordialmente a cuantos han sido elegidos como corporación de Ayuntamiento. Tenemos cambio en las Alcaldías de Torresmenudas, Palacios, y Santiz.

Os pedimos oraciones por el  éxito de la jornada mundial de la juventud que tendrá lugar en agosto en Madrid. Miles de jóvenes del mundo entero se encontraran con el Santo Padre Benedicto XVI.

sábado, 21 de mayo de 2011

HOJA 60

De la primera carta del apóstol san Pedro


Queridos hermanos:

Acercándoos al Señor, la piedra viva desechada por los hombres, pero escogida y preciosa ante Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo. Dice la Escritura: “Yo coloco en Sión una piedra angular, escogida y preciosa; el que crea en ella no quedará defraudado.” Para vosotros los creyentes es de gran precio, pero para los incrédulos es la piedra que desecharon los constructores: ésta se ha convertido en piedra angular, en piedra de tropezar y en roca de estrellarse. Y ellos tropiezan al no creer en la Palabra: ése es su destino. Vosotros, en cambio, sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que os llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa. (Segunda Lectura)

Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros como lo esperamos de ti.

Aclamad, justos, al Señor,

que merece la alabanza de los buenos;

dad gracias al Señor con la cítara,

tocad en su honor el arpa de diez cuerdas.

La palabra del Señor es sincera

y todas sus acciones son leales;

Él ama la justicia y el derecho

y su misericordia llena la tierra.

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,

en los que esperan en su misericordia,

para librar sus vidas de la muerte

y reanimarlos en tiempo de hambre.

Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros como lo esperamos de ti.



Oración

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra pascua, ha sido inmolado. Porque en él fue demolida nuestra antigua miseria, reconstruido cuanto estaba derrumbado y renovada en plenitud la salvación. Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria.

REFLEXIÓN

Jesucristo es siempre y al mismo tiempo el vivo y el rechazado. Está vivo en la gloria del Padre y quien da la vida a y por sus ovejas; es el rechazado por quienes se oponen y desobedecen el anuncio del Evangelio. Bandera discutida en expresión del anciano Simeón (Lucas 2, 34). La fe en Jesucristo no se apoya en su grandeza humana y altura moral sino en su cruz y resurrección. Desde Él –únicamente desde Él- se levanta el edificio de su Iglesia. Así lo ha querido el Padre con la fecundidad del Espíritu que hace de los bautizados –de nosotros- piedras vivas de la edificación de su templo que es la entera comunidad de su Iglesia. Ungidos en el Bautismo con el Crisma de la salvación, entramos a formar parte de Cristo Sacerdote, Profeta y Rey. Como sacerdotes –todos los bautizados- ofrecemos el sacrificio. Pero, ¿de qué sacrificios nos habla san Pedro?

Ya la fe del antiguo Israel, por medio de los profetas, advierten de lo vano que pueden ser los sacrificios de animales o cosas materiales: velas, roscos, botellas…; que el sacrificio agradable a Dios es un espíritu quebrantado, un corazón arrepentido y humillado; la oración de acción de gracias y de alabanza; la práctica del derecho, la limosna al necesitado y de la misericordia con todos. El Nuevo Testamento nos presenta como sacrificio supremo a Jesucristo mismo, su vida entera, vivida en obediencia filial al Padre y en amor a todos nosotros que, pese a nuestras debilidades e infidelidades, no se avergüenza de llamarnos hermanos. Él mismo es el sacrificio que ofrecemos a Dios. Así lo expresamos con claridad en una de las Plegarias eucarísticas: “… te ofrecemos el Pan de la Vida y el Cáliz de la Salvación, proclamando así la muerte y resurrección de tu Hijo. Él es quien nos conduce a ti; acéptanos a nosotros juntamente con Él”.

Es nuestra vida misma, vivida unida a la de Jesús, los sacrificios y las ofrendas de los que nos habla san Pedro. ¿De qué serviría presentar velas si no intentamos con verdad ser luz para nuestros prójimos? ¿U ofrecer una botella de vino, pasteles…, si no procuramos seriamente derramar alegría a los tristes y dulzura y consuelo a los que sufren o desesperan? ¿De qué sirve dar limosna –si es que la damos!-, si no tengo amor y caridad? ¿Qué nos podría arreglar sacar en procesión a san Blas, a san Antón…, si nuestras gargantas siguieran siendo embusteras y volviéramos la espalda al orden natural de la creación? No nos despistemos y, menos aún, no consintamos en engañarnos a nosotros mismos.



NOTICIAS

+ Aunque de formas distintas, según las posibilidades y costumbres de cada sitio, en algunas parroquias tuvimos el domingo pasado la Bendición de campos, coincidiendo con el día de san Isidro. Ya en algunos lugares el año pasado se honró a san Isidro y se hizo la procesión sin nuestra presencia, como ocurre en otros actos religiosos, especialmente en Semana Santa. Ello es señal patente de que puede continuar así, dada la coincidencia de la misma fiesta en casi todas las parroquias de nuestra Unidad de Pastoral. Como dato curioso, ocurrido este año, queremos anotarlo. Sucedió que desde un pueblo un par de personas nos llamaron encargándonos con apremiante insistencia que teníamos que hacer la Bendición de campos. La hicimos, naturalmente; pero resulta que ellos no aparecieron …….

 
 
Tantas cosas en la vida


nos ofrecen plenitud

y no son más que mentiras

que desgastan mi inquietud.

Tú has llenado mi existencia

al quererme de verdad,

yo quisiera Madre buena amarte más.



En silencio escuchabas

la palabra de Jesús

y la hacías pan de vida,

meditando en tu interior.

La semilla que ha caído

ya germina y está en flor,

con el corazón en fiesta cantaré.



AVE MARÍA

sábado, 14 de mayo de 2011

HOJA 59


DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN PEDRO


Si obrando el bien soportáis el sufrimiento, hacéis una cosa hermosa ante Dios, pues para eso habéis sido llamados, ya que también Cristo padeció su pasión por vosotros, dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas.

Él no cometió pecado, ni encontraron engaño en su boca; cuando lo insultaban no devolvía el insulto; en su pasión no profería amenazas; al contrario, se ponía en manos del que juzga justamente.

Cargado con nuestros pecados subió al leño, para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Sus heridas os han curado. Andabais descarriados como ovejas, pero ahora habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras vidas.

SALMO 22

EL SEÑOR ES MI PASTOR, NADA ME FALTA



El Señor es mi pastor, nada me falta:

en verdes praderas me hace recostar,

me conduce hacia fuentes tranquilas

y repara mis fuerzas.



Me guía por el sendero justo,

por el honor de su nombre.

Aunque camine por cañadas oscuras,

nada temo, porque tú vas conmigo:

tu vara y tu cayado me sosiegan.



Preparas una mesa ante mí,

enfrente de mis enemigos;

me unges la cabeza con perfume,

y mi copa rebosa.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, que has dado a tu Iglesia el gozo inmenso de la Resurrección de Jesucristo; concédenos también la alegría eterna del Reino de tus elegidos, para que así el débil rebaño de tu Hijo tenga parte en la admirable victoria de su Pastor. Por Jesucristo Nuestro Señor



REFLEXIÓN

Andabais descarriados como ovejas, pero ahora habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras vidas. En esta primera carta del apóstol Pedro se nos dice que Cristo “padeció su pasión por nosotros”, es decir, entregó voluntariamente su vida para que nosotros tuviéramos vida. “Sus heridas nos han curado”. Cristo no sufrió por gusto, y, si aceptó una muerte violenta y cruel, no fue por amor a la muerte, sino por amor a la vida, para regalarnos a nosotros vida, una vida abundante, eterna. El Buen Pastor siempre busca dar vida a las ovejas que le siguen. Nos guía y nos conduce dándonos vida, su propia vida. Quiere guardar nuestra vida con su propia vida. Su liderazgo es un liderazgo de vida. Si nosotros queremos seguir a este Buen Pastor debemos estar dispuestos a recibir y a dar vida, la vida de Cristo en comunión con nuestra propia vida. No vamos a convencer, ni mucho menos a salvar a los demás, con palabras y con discursos, sino con el ejemplo de nuestra propia vida, de una vida vivida en comunión con la vida de Cristo, nuestro único y verdadero Pastor.

En este domingo os pedimos que recéis por nosotros, con el deseo que Dios nos conceda tener un corazón como el de Cristo, para poder ver las personas y situaciones como Él las veía, tener siempre las palabras y obras oportunas. Gracias por ayudarnos en la tarea de “curas” de nuestra unidad pastoral; sin vosotros, tal vez no tendría sentido nuestro ministerio.



XLVIII JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN

POR LAS VOCACIONES



Jesús, Pastor bueno,

siguiendo tu ejemplo y tu mandato

nos ponemos en estado de oración insistente y confiada

y rogamos al Señor de la mies

que envíe trabajadores a tu Iglesia.

Que las Iglesias particulares,

las comunidades parroquiales, las familias cristianas

y los cenáculos vocacionales

se llenen de vitalidad para proponer con valentía

y promover con esmero

las vocaciones al laicado, a la vida consagrada

y al ministerio presbiteral,

para la extensión de tu reinado.

Tú, Señor, no dejas de seguir llamando también hoy

a los que has elegido para la vida de especial consagración.

Da a los llamados la disponibilidad gozosa

de decirte «SÍ».

María Virgen, la gran acogedora del plan divino,

sé su modelo e intercesora. Amén.



NOTICIAS

+ Como en muchas localidades, el día del santo titular o patrono de la parroquia es tomado como el propio de la fiesta del pueblo. Esto ocurre también en Aldearrodrigo. Se celebró el pasado domingo, día de san Miguel, arcángel, 8 de mayo. Muy concurridas fueron la santa Misa y la procesión de la imagen del Santo patrón. A ambas cosas contribuyó el grupo folklórico al que el Ayuntamiento solicitó sus servicios. En nada desmereció el segundo día, lunes, en el que tuvimos, tras la santa Misa, la Bendición de campos con gran esplendor, entusiasmo y devoción. Se cerraron los tres amplios días festivos con una comida compartida por todos los hijos del pueblo que pudieron asistir. Gracias a todos los que pusieron de su parte su buen hacer y colaboración para el desarrollo de esos días festivos y alegres. En el recuerdo de todos quedará lo bien que resulta todo cuando hay armonía y concordia.

+ Insistimos en que visiten nuestro blog y, muy especialmente, que den su dirección a cuantos viven fuera y tienen acceso a internet: www.armuna1.blogspot.com

+Nos unimos a todos los habitantes de Lorca, nuestra solidaridad y oración por ellos.

LETRA DE LA CANCIÓN RESURRECCIÓN INTERPRETADA POR AMARAL: (no es de misa, pero es curioso ver ciertos temas o ideas en la música actual)



Siento que mi alma se encuentra perdida

que se junta la noche y el día

Siento que si te veo

terremotos recorren todo mi cuerpo



Haces que se vaya mi melancolía

me devuelves de nuevo a la vida



Antes de llegar siquiera a conocerte

mucho antes ya te quería

como algo inalcanzable

así así así así te quería



Haces que se vaya mi melancolía

me devuelves de nuevo a la vida

tu haces que se vaya mi melancolía

me devuelves de nuevo a la vida



Quiero un mundo nuevo

mi corazón no lo compra el dinero

quiero palmas que acompañen a mi alma



Haces que se vaya mi melancolía

me devuelves de nuevo a la vida

tu haces que se vaya mi melancolía

me devuelves de nuevo a la vida

me devuelves de nuevo a la vida



Resurrección…


sábado, 7 de mayo de 2011

HOJA 58


DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN PEDRO

               Hermanos:
               Si llamáis Padre al que juzga a dad uno, según sus obras, sin parcialidad, tomad en serio vuestro proceder en esta vida. Ya sabéis con qué os rescataron de este proceder inútil recibido de vuestros padres: no con bienes efímeros, con oro o plata, sino a precio de la sangre de Cristo, el cordero sin defecto ni mancha, previsto antes de la creación del mundo y manifestado al final de los tiempos por vuestro bien. Por Cristo vosotros creéis en Dios, que lo resucitó y le dio gloria, y así habéis puesto en Dios vuestra fe y vuestra esperanza.

Señor, me enseñarás el sendero de la vida.
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa,
mi suerte está en tu mano.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.
Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena:
porque no me entregarás a la muerte
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.
Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.
Señor, me enseñarás el sendero de la vida.
ORACIÓN
               En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Porque él no cesa de ofrecerse por nosotros, de interceder por todos ante ti; inmolado, ya no vuelve a morir; sacrificado, vive para siempre. Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria.
REFLEXIÓN
               Con una seria advertencia o, si se prefiere, con una recomendación apremiante, san Pedro nos insta a proceder con seriedad; lo que el Antiguo Testamento denominaba temor de Dios. Es aquello que, en ocasiones, la madre cuando éramos pequeños nos advertía: “ya verás cuando venga y se entere tu padre”. No era tanto el infundir terror cuanto el señalar a quien se le debía obediencia de amor. Con nadie hemos de tener –como forma natural de vivir- ese amor obediencial como con Dios, a quien le debemos todo, de quien hemos recibido la vida con el encargo de una tarea a realizar durante ella. A él, que el Santo, hemos de dar cuenta, de nuestra vida de bautizados y partícipes del Cuerpo de su Hijo. Desde la obediencia a Dios nos santificamos. Es lo que Jesús nos enseña en el Padrenuestro –que es súplica y programa de vida-: Santificado sea tu Nombre…, hágase tu voluntad.
               La entrega del Padrenuestro al recién bautizado forma parte importante del Sacramento. Desde ese momento, el cristiano puede llamar a Dios, por su gracia, Padre; y no una vez o dos, sino diariamente y en múltiples momentos hemos de invocarlo así. Es el Padre celestial, lleno de mansedumbre y amorosa providencia, del que Jesús nos habla en las parábolas y en diversas ocasiones; más también es el Padre al que debemos sincera obediencia ya que es la autoridad que nos enseña a sus hijos el camino fiel de la ejecución de su voluntad en la tierra como en el cielo. La conciencia de tener a Dios por Padre no debe llevarnos a una falsa seguridad y a un engaño personal, como les sucedió a los judíos, cuando el Bautista tuvo que recriminarles su vana autocomplacencia por ser hijos de la promesa.
               El deseo de cumplir cada día, mediante las obras, la voluntad de Dios se hace especialmente comprensible por el hecho de que Dios no mira lo exterior, las bellas palabras, sino el cumplimiento callado del deber en la vida de todos los días. Aunque cada cosa que hacemos tiene su importancia y nuestros actos forman parte de un continuo, la vida entera, en su totalidad de sentido, es lo que principalmente hemos de tomar en serio a la hora de nuestro proceder. Actualizando siempre la orientación de vida recibida en el Bautismo, los cristianos vamos renovando constantemente nuestra renuncia a todo insensato proceder y alimentándonos de la fe y esperanza en Dios.
NOTICIAS
+ Desde hace muchos años ya, el lunes siguiente a la octava de Pascua, conocido como lunes de aguas, el pueblo de Torresmenudas celebra sus fiestas en torno a la Virgen, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Paz. También este año se hizo con vivo fervor. Durante esos días, los “habituales” y un nutrido grupo de residentes en otros lugares nos dimos cita a los pies de la Virgen para, con cantos y danzas, pedir su protección para que nuestros días transcurran en la Paz que Jesucristo resucitado nos regala. Fue un día bonito, emotivo y fervoroso. Al final, todos nos deseábamos poder llegar, con salud de alma y cuerpo, al próximo año.
+ El día 4 de mayo recibió cristiana sepultura en Torresmenudas Sinforiano Sánchez Pascual. Descanse en paz.
+ Con seguridad estamos todos de acuerdo que lo hecho por Bin Laden es enteramente vituperable y deleznable; sus numerosos crímenes no tienen justificación alguna. Sin embargo, cabe la pregunta: ¿la forma y el modo que han rodeado su muerte han estado bien? ¿Qué te parece?
CANTO
El Señor ha resucitado y vive con nosotros
Cuando juntos pasamos amando
a través del dolor y la muerte
y esperando con Dios encontrarnos,
es la Pascua de Cristo en la tierra.
Cuando alguien que pasa la vida
empeñado en amar a los hombres,
y al final se lo lleva la muerte,
es la Pascua de Cristo en la tierra.
Cuando el Cuerpo de Cristo partido
y su Sangre sagrada se vierte
para hacerse alimento y bebida,
es la Pascua de Cristo en la tierra.
El Señor ha resucitado y vive con nosotros

miércoles, 4 de mayo de 2011

HOJA 57

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro


Bendito sea Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva, para una herencia incorruptible, pura, imperecedera, que nos está reservada en el cielo. La fuerza de Dios os custodia en la fe para la salvación que aguarda a manifestarse en el momento final. Alegraos de ello, aunque de momento tengáis que sufrir un poco, en pruebas diversas: así la comprobación de vuestra fe de más precio que el oro que, aunque perecedero, lo aquilatan a fuego llegará a ser alabanza y gloria y honor cuando se manifiesta Jesucristo nuestro Señor. No habéis visto a Jesucristo, y lo amáis; no lo veis y creéis en él; y os alegráis con un gozo inefable y transfigurado, alcanzando así la meta de vuestra fe: vuestra propia salvación. (1ª Pedro 1, 3-9) Segunda Lectura

Dad gracias al Señor porque es bueno,

porque es eterna su misericordia.

Empujaban y empujaban para derribarme,

pero el Señor me ayudó;

el Señor es mi fuerza y mi energía,

él es mi salvación.

La piedra que desecharon los arquitectos

es ahora la piedra angular.

Es el Señor quien lo ha hecho,

ha sido un milagro patente.

Este es el día en que actuó el Señor;

sea nuestra alegría y nuestro gozo.

Dad gracias al Señor porque es bueno,

porque es eterna su misericordia.

Oración

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Por él, los hijos de la luz amanecen a la vida eterna, los creyentes atraviesan los umbrales del Reino de los cielos; porque en la muerte de Cristo nuestra muerte ha sido vencida y en su resurrección hemos resucitado todos. Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles cantan sin cesar el himno de tu gloria.

REFLEXIÓN



Este año, todos los domingos de Pascua la Iglesia nos va alimentando con los párrafos más importantes de la primera carta de san Pedro. Los estudiosos nos ilustran afirmando que la carta es una homilía bautismal, sin que nombre muchas veces este Sacramento. Comienza este texto con un agradecido grito de júbilo a Dios por su paternidad que, por Jesucristo, nos alcanza a nosotros; nos engendró para una nueva vida, en el Bautismo que es un nuevo nacimiento por el agua y el Espíritu Santo. Es una semilla que se expande con la esperanza. Esta no es un deseo devoto, sino una realidad viviente y vital. Es verdad que la esperanza cristina tiene puesta su mira en la soberanía regia de Dios, sin embargo quiere ya comenzar a vivir y a crecer aquí en la tierra; esperanzadamente se interesa por el desamparo de los que carecen de esperanza; se esfuerza por contribuir al triunfo del bien y de la verdad cada día.

Con todo, esta vida nueva, bautismal corre el peligro de perder el camino emprendido y no lograr la meta que contiene la semilla y a la que la esperanza nos llama. Por ello, gozoso es saber que Dios mismo nos custodia; somos guardados por el Padre durante este período transitorio del tiempo. Cual fortaleza anclada en roca firme, la Iglesia entera, cada comunidad y cada bautizado, apoyados en la fe en el Padre que nos ha engendrado, avanzamos hacia la consumación y manifestación de lo que hoy es todavía invisible a nuestros semejantes. Y esta es la causa de la alegría pascual. Bien sabemos –mas conviene recordarlo- que no es la “alegría” que se experimenta con una vida disipada, presa de mil reclamos que nos empujan al consumismo, a la sensualidad, a esa especie de bienestar que da a muchos la práctica desenfocada del sexo, el alcohol, el gasto innecesario. La alegría a la que nos referimos se asemeja más a aquella que evocamos cuando, entre nosotros, comentamos: “antes no teníamos nada, pero vivíamos más alegres”. Es esa alegría que florece incluso en medio de las pruebas, ese gozo que nada en medio de una vida turbada aún por las dificultades en la fidelidad de los cristianos en un ambiente que se asemeja ya mucho al paganismo, donde lo religioso se quiere reducir a folklore, vaciándolo de la fe evangélica, y los sacramentos a puros actos sociales. Son dificultades cotidianas en la familia, trabajo, tiempo libre y relaciones sociales. La alegría se acreditará como verdadera y cristiana cuando es acrisolada –como el oro- por ese fuego de ese ambiente hostil con claros visos de paganismo. Las pullas, las habladurías y las postergaciones personales se ceban sobre los que toman en serio la obediencia humilde, el arrepentimiento de su culpas, la renuncia a la injusticia y corrupción, la práctica de la misericordia, el amor a la verdad… Sí, son aquellos a los que Jesús llama bienaventurados.

Y es que en este pasaje toca san Pedro un punto crucial del Evangelio: la alegría cristiana en medio de la misma adversidad. Esa alegría de Paz que los discípulos acogen de Jesús resucitado, sin que ella destruya la realidad de la persecución, pero sí los efectos negativos de ésta hasta el punto de apagar el gozo. Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.



+ A lo largo de las próximas semanas, celebramos en algunos pueblos las fiestas patronales y en algunas parroquias las Primeras Comuniones. Esto puede causar el que haya que modificar, en esos días, los horarios establecidos para las Misas dominicales. Estamos seguros que todos comprenderéis que conviene hacerlo así. Gracias. En cada parroquia iremos avisando de los cambios que les afecte

HOJA 99

En aquellos días Moisés bajó y contó al pueblo todo lo que había dicho el Señor y todos sus mandatos; y el pueblo contestó a una: Haremos to...