lunes, 30 de mayo de 2011

HOJA 61

De la primera carta del apóstol san Pedro



Hermanos:

Glorificad en vuestros corazones a Cristo Señor y estad siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza al todo el que os la pidiere; pero con mansedumbre y respeto y en buena conciencia, para que aquello mismo en que sois calumniados queden confundidos los que denigran vuestra buena conducta en Cristo; que mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal. Porque también Cristo murió una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios. Murió en la carne, pero volvió a la vida por el Espíritu. (Segunda Lectura)



Aclamad al Señor, tierra entera

Decid a Dios: “Qué temibles son tus obras.”

Que se postre ante ti la tierra entera,

que toquen en tu honor,

que toquen para tu nombre.

Venid a ver las obras de Dios,

sus temibles proezas a favor de los hombres.

Transformó el mar en tierra firme,

a pie atravesaron el río.

Alegrémonos con Dios,

que con su poder gobierna eternamente.

Fieles de Dios, venid a escuchar;

os contaré lo que ha hecho conmigo.

Bendito sea Dios que no rechazó mi súplica,

ni me retiró su favor.

Aclamad al Señor, tierra entera



Oración

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Porque él, con la inmolación de su cuerpo en la cruz, dio pleno cumplimiento a lo que anunciaban los sacrificios de la antigua alianza, y ofreciéndose a sí mismo, por nuestra salvación, quiso ser al mismo tiempo sacerdote, víctima y altar. Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria.

REFLEXIÓN


Todas las manifestaciones externas de piedad, devociones, actos de culto…, para ser auténticas, han de brotar del corazón; es decir, han de ser sinceras, en verdad. Así se lo decía Jesús a la mujer de Samaria (Juan 4, 23-24). El creyente glorifica a Jesús, el Señor, en y desde el corazón; esto es, a tras de su interior y de sus obras, de la fe y de la vida, pues el corazón, en el lenguaje bíblico reprenda el centro y la esencia del hombre, el “lugar” de la decisión libre. Pero ese testimonio de glorificación debe existir también en el esfuerzo del testimonio, si los cristianos somos atacados a causa de nuestra fe y obligados a hablar. Sería de enorme inconsciencia en nosotros, si no contáramos con el hecho, muy posible y probable, de tener que dar testimonio de nuestra fe, esperanza y caridad. Nos pedirá respuesta de nuestra fe no tanto un juez o un empleado de la administración cuanto un amigo, un familiar, un vecino o un momentáneo enemigo. Y las razones por las que se nos pregunte por la actuación de nuestra fe pueden ser explícitas o veladas; quizá estén motivadas por la simple curiosidad, por deseo de conversión e incluso por hostilidad insidiosa o burlona.

San Pedro nos dice cómo ha de ser nuestra respuesta, cómo hemos de dar razón de nuestra esperanza en Aquel a quien glorificamos en nuestro corazón. Tanto si uno es preguntado con amabilidad o con agresividad, la respuesta ha de ser con mansedumbre y tomando lúcida conciencia de la responsabilidad que se tiene ante Dios; por ello no debe acortar ni “dulcificar” en nada el Evangelio, sino que es responsable de toda la enseñanza de Jesús que la ofrece con corazón manso y humilde. De esa forma, nuestra respuesta alcanza su plena validez, porque es dada en plena comunión de vida con Cristo.

Es mejor padecer la injusticia que hacerla era ya una máxima de la más noble ética griega. San Pedro, aquí, nos la presenta como voluntad de Dios; pues el bien es siempre voluntad de Dios. Y lo corrobora presentándonos el ejemplo de vida de Jesucristo que cumplió ejemplarmente la voluntad de Dios. Ante el sufrimiento de éste, todo hombre bueno queda conmovido.

NOTICIAS

+ El domingo pasado, día 22, en Zamayón, recibió la Primera Comunión Fátima Hernández Pérez. Fue, sin duda alguna, un día alegre y de gran significación no sólo para ella, sus padres y familiares sino igualmente para toda la comunidad. Ese día pedíamos a Dios que le concediera crecer siempre en su amistad y en la comunión con su Iglesia.

+ El pasado fin de semana estuvo colgado en nuestro blog la conexión directa con la concentración que, como en otras muchas ciudades de España, tenía lugar en la Puerta del Sol en Madrid. No era por simple información, sino una forma de adhesión a esos miles de muchachos que desean una vida política de mayor decencia. Es una alegría que numerosos grupos de jóvenes se concentraran no para dar culto al alcoholismo, la bufonada o la tontería, sino para la reflexionar sobre los graves problemas que nos aquejan y protestar, de forma tan pacífica como contundente, contra una crisis económica y moral –ambas se retroalimentan- que siempre recae sobre los hombros de los más débiles. Desde nuestro modesto blog, les enviamos un saludo de admiración y reconocimiento.

+Siempre en la Oración de los Fieles, especialmente los domingos, pedimos a Dios por nuestras autoridades y gobernantes. Hoy, ya pasadas las elecciones autonómicas y municipales, queremos agradecer la buena disposición de quienes se ocupan en nuestros municipios del buen funcionamiento de las cosas del pueblo. Agradecemos a aquellos que han venido desempeñando estos cargos y ya no estarán en la próxima legislatura. A la vez que saludamos cordialmente a cuantos han sido elegidos como corporación de Ayuntamiento. Tenemos cambio en las Alcaldías de Torresmenudas, Palacios, y Santiz.

Os pedimos oraciones por el  éxito de la jornada mundial de la juventud que tendrá lugar en agosto en Madrid. Miles de jóvenes del mundo entero se encontraran con el Santo Padre Benedicto XVI.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

HOJA 99

En aquellos días Moisés bajó y contó al pueblo todo lo que había dicho el Señor y todos sus mandatos; y el pueblo contestó a una: Haremos to...